Desde los años 80, el sector de la construcción ha experimentado una notable expansión con la correspondiente subida de precios. De 2008 en adelante estas expectativas inmobiliarias y del sector de la construcción empeoran en el contexto de la crisis económica mundial. En esta coyuntura aparecen nuevas oportunidades de negocio, pudiéndose cerrar grandes transacciones económicas a precios más que atractivos.
Así en los procesos de compraventa se suele firmar una carta de intenciones en la que debe constar la realización de un proceso denominado “Due Diligence” O “Diligencias debidas”, en virtud del cual el adquiriente de una propiedad realiza con consentimiento explícito y asistencia del vendedor, una detallada investigación de diferentes áreas del activo inmobiliario en cuestión con objeto de conocer con mayor profundidad aquello que se desea adquirir.
La mejor forma de completar una DUE Diligence Ambiental en la que aparecen afecciones del subsuelo es la realización de un Análisis Cuantitativo de Riesgos (ACR) para definir la existencia de riesgos para la salud humana.